jueves, 3 de julio de 2008

a traves del espejo y lo que alicia vio al otro lado


El jardín de las flores vivas (fragmento)

Y sin embargo, ahí estaba la colina, a plena vista de Alicia; de forma que no le
cabía otra cosa que empezar de nuevo. Esta vez, el camino la llevó hacia un gran
macizo de flores, bordeado de margaritas, con un guayabo plantado en medio.
--¡Oh, lirio irisado! --dijo Alicia, dirigiéndose hacia una flor de esa especie que
se mecía dulcemente con la brisa--. ¡Cómo me gustaría que pudieses hablar!
--¡Pues claro que podemos hablar! --rompió a decir el lirio--, pero sólo lo
hacemos cuando hay alguien con quien valga la pena de hacerlo.
--¿Y pueden hablar también las demás flores?
Tan bien como tú --replicó el iris--, y desde luego bastante más alto que tú.
--Por cortesía no nos corresponde a nosotras hablar primero, ¿no es verdad? --
dijo la rosa--. pero ya me estaba yo preguntando cuándo ibas a hablar de una
vez, pues me decía: «por la cara que tiene, a esta chica no debe faltarle el seso,
aunque no parezca tampoco muy inteligente». De todas formas tienes el color
adecuado y eso es, después de todo, lo que más importa.
--A mí me trae sin cuidado el color que tenga --observó el lirio--. Lo que es una
lástima es que no tenga los pétalos un poco más ondulados, pues estaría mucho
mejor.
A Alicia no le estaba gustando tanta crítica, de forma que se puso a preguntarles
cosas:
--¿A vosotras no os da miedo estar plantadas aquí solas sin nadie que os cuide?
--Para eso está ahí en medio el árbol --señaló la rosa--. ¿De qué serviría si no?
--Pero ¿qué podría hacer en un momento de peligro? --continuó preguntando
Alicia.
--Podría ladrar --contestó la rosa.
¡Ladra «guau, guau»! --exclamó una margarita--, por eso lo llaman «guayabo».
--¡¿No sabías eso?! --exclamó otra margarita, y empezaron todas a vociferar a la
vez, armándose un guirigay ensordecedor de vocecitas agudas.
--¡A callar todas vosotras! --les gritó el lirio irisado, dando cabezadas
apasionadamente de un lado para otro y temblando de vehemencia--. ¡Saben que
no puedo alcanzarlas! --jadeó muy excitado, inclinado su cabeza hacia Alicia,
que si no ya verían lo que es bueno!
--No te importe --le dijo Alicia conciliadoramente, para tranquilizarlo.
E inclinándose sobre las margaritas, que estaban precisamente empezando otra
vez a vociferar, les susurró:
--Si no os calláis de una vez ¡os arranco a todas!
En un instante se hizo el silencio y algunas de las margaritas rosadas se pusieron
lívidas.
--¡Así me gusta! --aprobó el lirio--. ¡Esas margaritas son las peores! ¡Cuando
uno se pone a hablar, rompen todas a chillar a la vez de una forma tal que es
como para marchitarse!
--¿Y cómo es que podéis hablar todas tan bonitamente? --preguntó Alicia,
esperando poner al lirio de buen humor con el halago--. He estado en muchos
jardines antes de este, pero en ninguno en que las flores pudiesen hablar.
--Coloca la palma de la mano sobre el lecho de tierra de nuestro macizo, --le
ordenó el lirio-- y entonces comprenderás por qué.
Así lo hizo Alicia.
--Está muy dura la tierra de este lecho --comentó--, pero aún así no veo qué tiene
que ver eso.
--En la mayor parte de los jardines --explicó el lirio-- los lechos de tierra son tan
muelles... que se amodorran las flores.
Eso le pareció a Alicia una razón excelente y se quedó muy complacida de
conocerla.
¡Nunca lo habría pensado! --comentó admirada.

Las flores místicas


Los lirios del Cantar de los cantares

“Yo soy la rosa de Sarón, el lirio de los valles”
Cantar de los Cantares 2:1


El Jardín está presente en todas las culturas, sea en un paraíso agreste de piedras y agua, sea en los elaborados jardines Romanos, o en el grotesco jardín de las delicias de El Bosco. El jardín a lo largo de la historia simboliza placer, deleite, inocencia y también pecado, no olvidemos que nuestro sufrimiento según la tradición Judeocristiana arranca con el destierro de Adán y Eva del Jardín del Edén. En este contexto de jardines y delicias se alza El Cantar de los Cantares, uno de los libros del Antiguo Testamento, único por su tono de romance poético y bucólico, describe los amores de Salomón y la Sulamita (Citada en Cnt6:13) en medio de imágenes exóticas de paisajes florecidos (Frondoso es nuestro lecho; las vigas de nuestra casa, cedro; nuestro artesonado, ciprés. Cnt 1:17) que rodean el libro haciéndolo único dentro de la tradición judeocristiana. Hay quienes ven un canto alegórico entre Dios/Jesús y su Pueblo/Iglesia (el esposo y la esposa) o simplemente un canto al amor verdadero. Para nosotros el interés radica en las alegorías florales. Así, en lectura de los 8 capítulos del libro la flor que persiste con mayor belleza e insistencia es el Lirio, con rasgos que se acomodan tanto al esposo como a la esposa.

El esposo: Tus dos pechos son como dos venaditos, mellizos de gacela, que se apacientan entre lirios (Cnt 4:5).

Tu vientre es como un Montón de trigo rodeado de lirios (Cnt 7:2b).

La esposa: Sus mejillas son como Almácigos de especias Aromáticas, que exhalan perfumes. Sus labios son como lirios que despiden penetrante aroma (Cnt 5:13).

El lirio, planta vivaz de cinco a seis decímetros de altura, de flores terminales grandes, de seis pétalos azules o morados y a veces blancos, fueron la excusa perfecta para los cantos de amor entre Salomón y la Sulamita.

Referencia a los Lirios y otras flores en El cantar de los Cantares.

1:14 Mi amado se parece a un racimo de flores de alheña de las viñas de En-guedi.
2:1 Yo soy la rosa de Sarón,el lirio de los valles.
2:2 Como un lirio entre los cardos es mi amada entre las Jóvenes.
2:16¡Mi amado es Mío, y yo soy suya! El apacienta entre los lirios
4:5 Tus dos pechos son como dos venaditos, mellizos de gacela, que se apacientan entre lirios.
4:13 Tus plantas son un huerto de granados con exquisito fruto. Hay alheñas y nardos;
5:13 Sus mejillas son como Almácigos de especias Aromáticas, que exhalan perfumes. Sus labios son como lirios que despiden penetrante aroma.
6:2 Mi amado Descendió a su huerto, al Almácigo de las especias, para apacentar en los jardines y para recoger los lirios.
6:3 ¡Yo soy de mi amado, y mi amado es Mío! El apacienta entre los lirios.
6:11 Al huerto de los nogales Descendí, para ver los retoños del valle, para ver si las vides ya han florecido; si han brotado los granados.
7:2 Tu ombligo es como una copa redonda a la que no le falta el vino aromático. Tu vientre es como un Montón de trigo rodeado de lirios.
7:12 madruguemos para ir a las viñas. Veamos si han florecido las vides, si se han abierto sus botones, o si han brotado los granados. ¡Allí te daré mi amor!
7:13 Las Mandrágoras ya despiden su fragancia, y a nuestras puertas hay toda clase de frutas selectas: tanto frescas como secas que he guardado para ti, oh amado Mío.

Heliconias musas de fuego


En los lugares más recónditos e inclinados (bordes de ríos, pantanos) hasta en potreros secos y suelos áridos se encuentra uno de los grupos más bellos, exuberantes y de mayor potencial florístico: Las heliconias.
Estas “llamaradas de la selva” calificativo que deriva de su intenso color rojo, invade el territorio colombiano con un refrescante toque de exótica belleza.
Heliconia Áurea, Wagneriana, Gigantea, Terciopela, Vaginalis, Tenebrosa
Nuestro país alberga la mayor cantidad de especies, un 75% de su presencia radica en la zona Andina.
Colombia cuenta además con una alta proporción de endemismo (exclusividad) y posiblemente sea el centro de origen evolutivo de las mismas.

Glosario de obras con títulos de flores



El lirio del valle Honoré de Balzac.
Flor de fango José María Vargas Vila
Lirio negro José María Vargas Vila.
El nombre de la Rosa. Umberto Eco
Las flores del mal Charles Baudelaire.
La Dalia negra James Ellroy
Asphodel Hilda Doolitle
Crónica de Flores y Blancaflor Anónimo
El ruiseñor y la Rosa. (Oscar Wilde)
Las rosas de piedra Sara Gainham
El tulipán negro Alejandro Dumás

suenan timbres y flores


Alusión a las flores en suenan timbres de Luis vidales

A UNA FLOR
Tú tienes un alma
que sube por el tallo
y te alumbra.
Pero tu alma no sabe hablar
ni sabe quejarse
ni discurrir sobre las cosas.
Yo quisiera – oh pequeña flor
absorta en la materia -
darte del alma intelectiva
porque a mi me pesa mucho toda la que llevo
y a tu alma le falta
un poco de dolor.

FLOR EXTRAÑA (extraño nombre el de esta poema. en mi opinión Luis Vidales semeja la materia del ruido a la materia de la flor)
Los automóviles pasan sobre sus ruidos.
Los ruidos chillan todo cuanto pueden
pero los automóviles
¡uf!
Los aplastan
y los dejan estampados contra el pavimento.

VISIONES DEL CARAJETE
La rosa introduce un ligero desorden en el transcurso del tiempo.

Amorphophallus titanum, la flor más grande del mundo


El aro gigante o bunga bangkai (del indonesio, "flor cadáver"; en la clasificación científica Amorphophallus titanum, literalmente "falo amorfo titánico") es una planta herbácea, tuberosa que produce una inflorescencia en espádice llamada a veces "la flor más grande del mundo"; en mayo del 2003 la Universidad de Bonn (Alemania) presentó un ejemplar vivo de 2,74 m de altura.

Tomado de
http://es.wikipedia.org/wiki/Amorphophallus_titanum

miércoles, 2 de julio de 2008

Significado de las flores (flower meanings)

Deseo y regocijo, sinceridad y comprensión, amor verdadero y no correspondido son algunos de los sentimientos asociados al magnífico lenguaje

Acacia: Elegancia/amor secreto
Acedera: Paciencia
Adelfa: Seducción
Aguileña: Adolescencia
Alhelí amarillo: Fidelidad en la adversidad
Almendro: Indiscreción
Altramuz: Veracidad
Amapola blanca: Sueño
Amapola roja: Consuelo
Amaranto: inmortalidad
Amor en bruma: rechazo
Anémona: Abandono
Azafrán: Conocimiento del exceso
Azucena: Corazón inocente
Acacia amarilla: Amor secreto
Alhelí encarnado: Belleza duradera
Almizcle: Debilidad
Amapola roja: Consuelo
Begonia: Cordialidad
Betónica: Sorpresa
Belladona: Sinceridad
Boca de dragón: Presunción
Campánula: Coquetería
Capullo blanco de rosa: Inocente en amor
Clavel amarillo: Desdén
Clavel rojo: Corazón que suspira
Clavel silvestre: Amor de mujer
Crisantemo amarillo: Amor desdeñado
Crisantemo blanco: Sinceridad
Campanilla de invierno: Esperanza
Capuchina: Obediencia
Capullo rojo de rosa: Pureza
Clavel estriado: Rechazo
Clavel de poeta: Galantería
Centaurea: Felicidad
Cincoenrama: Afecto maternal
Clemátide: Belleza de alma
Crisantemo rojo: Te quiero
Dalia: Inestabilidad
Dimorphoteca: Celo, cuidado
Estragón: interés duradero
Espliego: Fervor
Gardenia: feminidad
Genciana: Eres injusta
Geranio oscuro: Melancolía
Geranio rosa: Preferencia
Helenio: Lágrimas
Iris blanco: Esperanza
Iris azul: noticias placenteras
Jacinto: Constancia
Jazmín blanco: Amabilidad
Jazmín amarillo: elegancia, felicidad
Jazmín blanco: Amabilidad, apego
Lavanda: Frivolidad
Lila blanca: inocencia juvenil
Lila morada: Primeras emociones
Lirio del valle: Vuelta de la felicidad
Madreselva: Devoción.
Manzanilla loca: sonrojo
Margarita: inocencia/¿Me amas?
Narciso: Egoísmo
Nenúfar: Pureza de corazón
Olivo: Paz
Orquídea: Una belleza
Peonia: Veracidad
Lunaria: Sinceridad/riqueza
No me olvides: Amor verdadero
Pensamiento: Recuerdo
Petunia: Me alivias
Pulsátila: No puedes pretender nada
Ranúnculo: Ingratitud
Romero: Recuerdo
Rosa amarilla: Debilitamiento del amor, celos
Rosa blanca y roja: Mezcla de sentimientos
Trébol: Venganza
Trinitaria: Perplejidad
Tulipán rojo: Declaración de amor
Ulmaria: Inutilidad
Verónica: Fidelidad
Violeta azul: Confianza
Viborera: Falsedad
Zinnia: Recuerdo de los amigos ausentes