
Los símbolos casi siempre objetos familiares que representan algo abstracto, como una idea, una virtud, una emoción, un valor, una aspiración, una creencia, una esperanza o un miedo surgieron como la representación o imagen mental reconocible al instante de un concepto. A pesar de que los signos y los símbolos se superpongan con frecuencia, sus objetivos son distintos: mientras que los signos se limitan a dar información; los símbolos enriquecen lo cotidiano, y a menudo le dan una dimensión espiritual.
Resumiremos la simbología floral que el autor Jack Tresidder presenta en el libro 1001 símbolos. Y que son de gran ayuda a la hora de apreciarlas en el contexto literario.
LAS FLORES COMO SÍMBOLO DE AMOR
Durante muchos siglos, las flores han simbolizado el amor, tanto espiritual como sensual, y conservan ese papel en los ramos de los enamorados actuales.
Su poderoso simbolismo procede de antiguos lazos con la belleza, la juventud y la alegría. Si las flores han seguido siendo las emisarias preferidas del amor, es en parte porque captan su fresca espontaneidad. Los victorianos, sin embargo, crearon un código floral más complicado, por lo que alo largo del noviazgo se usaban una serie de flores preestablecidas para transmitir diversos matices de significado.
Una rosa amarilla podía dar a entender que el remitente estaba celoso de un rival, mientras que un ramo de rosas blancas expresaba un respeto convencional por la pureza juvenil de su receptora.
Como flor de la pasión, ninguna supera a la rosa roja, antiguo emblema de las diosas del amor y atributo de Venus en el arte. La rosa roja del deseo, con sus espinas que hieren, tiene una tradición extraordinaria en el arte y la literatura occidental como símbolo místico de las ansias y tormentos del corazón en su búsqueda de la unión amorosa perfecta. No obstante, la rosa roja también tiene el color de la excitación, y es un símbolo genital secreto.
El loto es el equivalente oriental de la rosa como versión idealizada de la vulva. En algunas miniaturas hindúes, Krishna regala un loto a su amada Radha, mientras que en el budismo tántrico el tallo y la flor de loto forman una imagen masculina y femenina a la vez de armonía sexual y espiritual. El pensamiento con sus flores en forma de corazón, expresa amor en el sentido de recuerdo afectuoso. En Flandes el clavel rojo era un símbolo de los esponsales, y aparece con este significado en algunas pinturas de los Países Bajos.
LAS FLORES COMO SÍMBOLO DE MORTALIDAD Y FUGACIDAD
Las flores son símbolos frecuentes de la vida humana y de la esperanza de un renacimiento, como en el ikebana, el arte japonés de la decoración floral. La poesía y el arte occidentales ofrecen temas similares.
En las vanitas de la pintura Europea de los siglos XVI y XVII, la naturaleza muerta era un patético recordatorio de la brevedad de la vida. Una manera de simbolizar que el autor del encargo era consciente de la vanidad de los bienes mundanos era incluir una rosa abierta o que empieza a marchitarse entre los objetos que proclaman su riqueza. Otra flor asociada a la fugacidad es la anémona, probablemente por la brevedad de su floración y por su propio nombre, que significa “del viento”.
LAS FLORES COMO SÍMBOLOS DE DOLOR, LUTO Y MELANCOLÍA
La rosa: los romanos sembraban sus tumbas de rosas, como símbolos fúnebres de luto. Era una manera de representar la dolorosa brevedad de la vida humana, pero también la esperanza de que continúe en otro mundo.
Amapola: como atributo de dos dioses griegos (Hipnos, el sueño, y Morfeo, lso sueños), la amapola se convirtió en un símbolo del “sueño invernal” de la vegetación.
Más tarde, el cristianismo atribuyó un significado sacrificial a la amapola roja gracias a una analogía entre su antiguo simbolismo y el “sueño de la muerte” cristiano.
Anémona: en los ritos del dios griego de la vegetación, Adonis, las anémonas rojas desempeñan un papel central como símbolos de dolor y luto. En la versión de Ovidio sobre la muerte de Adonis, este era un bello joven amado por Venus, que no pudo disuadirle de cazar. El día en que Adonis fue herido de muerte por un jabalí, la diosa, desesperada, roció de néctar el suelo ensangrentado donde yacía, y ese suelo quedó sembrado de anémonas, consagradas desde entonces a su recuerdo.
Iris: las hojas en forma de espada de los iris, sobre todo de la variedad de los gladiolos, aparecen en algunas representaciones pictóricas de la virgen María en alusión a los terribles dolores de la Pasión de Cristo y a la pena de su madre.
Asfódelo: era el lirio de los Campos Elíseos en la mitología griega, quizá porque sus hojas grises y el amarillo mortecino de sus flores sugirieron a Homero la desvaída imagen del otro mundo, por el que erran los muertos como pálidos fantasmas. El mundo clásico recurrió mucho as asfódelo como flor funeraria.
LA FLOR COMO SÍMBOLO DE TRANSFORMACIÓN
Según cuenta una influyente historia, loso discípulos de Gautama Buda le pidieron que describiese la iluminación, y él se limitó a enseñar una flor, darle vuelta con los dedos y sonreír. La no-respuesta trascendente del “sermón de la flor” simbolizaba un estado más allá de cualquier definición verbal. La flor ligada específicamente a la iluminación es el loto, símbolo del despliegue de la sabiduría espiritual. El loto abierto también es un símbolo de la luz definitiva en el taoísmo, y de la pureza suprema en el hinduismo.
LA FLOR COMO SÍMBOLO DE CASTIDAD Y VIRGINIDAD
En el arte religioso las santas (y también algunos santos) aparecen con un lirio, que en este contexto es tanto un emblema tanto de castidad como de pureza. También está presente en algunas representaciones de la anunciación, sea en la mano del arcángel Gabriel, sea en un jarrón al lado de María, que era el “lirio entre cardos” medieval.
[1] TOMADO DE 1001 símbolos. Jack Tresidder Ed Grijalbo. Barcelona. 2004.
Resumiremos la simbología floral que el autor Jack Tresidder presenta en el libro 1001 símbolos. Y que son de gran ayuda a la hora de apreciarlas en el contexto literario.
LAS FLORES COMO SÍMBOLO DE AMOR
Durante muchos siglos, las flores han simbolizado el amor, tanto espiritual como sensual, y conservan ese papel en los ramos de los enamorados actuales.
Su poderoso simbolismo procede de antiguos lazos con la belleza, la juventud y la alegría. Si las flores han seguido siendo las emisarias preferidas del amor, es en parte porque captan su fresca espontaneidad. Los victorianos, sin embargo, crearon un código floral más complicado, por lo que alo largo del noviazgo se usaban una serie de flores preestablecidas para transmitir diversos matices de significado.
Una rosa amarilla podía dar a entender que el remitente estaba celoso de un rival, mientras que un ramo de rosas blancas expresaba un respeto convencional por la pureza juvenil de su receptora.
Como flor de la pasión, ninguna supera a la rosa roja, antiguo emblema de las diosas del amor y atributo de Venus en el arte. La rosa roja del deseo, con sus espinas que hieren, tiene una tradición extraordinaria en el arte y la literatura occidental como símbolo místico de las ansias y tormentos del corazón en su búsqueda de la unión amorosa perfecta. No obstante, la rosa roja también tiene el color de la excitación, y es un símbolo genital secreto.
El loto es el equivalente oriental de la rosa como versión idealizada de la vulva. En algunas miniaturas hindúes, Krishna regala un loto a su amada Radha, mientras que en el budismo tántrico el tallo y la flor de loto forman una imagen masculina y femenina a la vez de armonía sexual y espiritual. El pensamiento con sus flores en forma de corazón, expresa amor en el sentido de recuerdo afectuoso. En Flandes el clavel rojo era un símbolo de los esponsales, y aparece con este significado en algunas pinturas de los Países Bajos.
LAS FLORES COMO SÍMBOLO DE MORTALIDAD Y FUGACIDAD
Las flores son símbolos frecuentes de la vida humana y de la esperanza de un renacimiento, como en el ikebana, el arte japonés de la decoración floral. La poesía y el arte occidentales ofrecen temas similares.
En las vanitas de la pintura Europea de los siglos XVI y XVII, la naturaleza muerta era un patético recordatorio de la brevedad de la vida. Una manera de simbolizar que el autor del encargo era consciente de la vanidad de los bienes mundanos era incluir una rosa abierta o que empieza a marchitarse entre los objetos que proclaman su riqueza. Otra flor asociada a la fugacidad es la anémona, probablemente por la brevedad de su floración y por su propio nombre, que significa “del viento”.
LAS FLORES COMO SÍMBOLOS DE DOLOR, LUTO Y MELANCOLÍA
La rosa: los romanos sembraban sus tumbas de rosas, como símbolos fúnebres de luto. Era una manera de representar la dolorosa brevedad de la vida humana, pero también la esperanza de que continúe en otro mundo.
Amapola: como atributo de dos dioses griegos (Hipnos, el sueño, y Morfeo, lso sueños), la amapola se convirtió en un símbolo del “sueño invernal” de la vegetación.
Más tarde, el cristianismo atribuyó un significado sacrificial a la amapola roja gracias a una analogía entre su antiguo simbolismo y el “sueño de la muerte” cristiano.
Anémona: en los ritos del dios griego de la vegetación, Adonis, las anémonas rojas desempeñan un papel central como símbolos de dolor y luto. En la versión de Ovidio sobre la muerte de Adonis, este era un bello joven amado por Venus, que no pudo disuadirle de cazar. El día en que Adonis fue herido de muerte por un jabalí, la diosa, desesperada, roció de néctar el suelo ensangrentado donde yacía, y ese suelo quedó sembrado de anémonas, consagradas desde entonces a su recuerdo.
Iris: las hojas en forma de espada de los iris, sobre todo de la variedad de los gladiolos, aparecen en algunas representaciones pictóricas de la virgen María en alusión a los terribles dolores de la Pasión de Cristo y a la pena de su madre.
Asfódelo: era el lirio de los Campos Elíseos en la mitología griega, quizá porque sus hojas grises y el amarillo mortecino de sus flores sugirieron a Homero la desvaída imagen del otro mundo, por el que erran los muertos como pálidos fantasmas. El mundo clásico recurrió mucho as asfódelo como flor funeraria.
LA FLOR COMO SÍMBOLO DE TRANSFORMACIÓN
Según cuenta una influyente historia, loso discípulos de Gautama Buda le pidieron que describiese la iluminación, y él se limitó a enseñar una flor, darle vuelta con los dedos y sonreír. La no-respuesta trascendente del “sermón de la flor” simbolizaba un estado más allá de cualquier definición verbal. La flor ligada específicamente a la iluminación es el loto, símbolo del despliegue de la sabiduría espiritual. El loto abierto también es un símbolo de la luz definitiva en el taoísmo, y de la pureza suprema en el hinduismo.
LA FLOR COMO SÍMBOLO DE CASTIDAD Y VIRGINIDAD
En el arte religioso las santas (y también algunos santos) aparecen con un lirio, que en este contexto es tanto un emblema tanto de castidad como de pureza. También está presente en algunas representaciones de la anunciación, sea en la mano del arcángel Gabriel, sea en un jarrón al lado de María, que era el “lirio entre cardos” medieval.
[1] TOMADO DE 1001 símbolos. Jack Tresidder Ed Grijalbo. Barcelona. 2004.
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