
Los lirios del Cantar de los cantares
“Yo soy la rosa de Sarón, el lirio de los valles”
Cantar de los Cantares 2:1
“Yo soy la rosa de Sarón, el lirio de los valles”
Cantar de los Cantares 2:1
El Jardín está presente en todas las culturas, sea en un paraíso agreste de piedras y agua, sea en los elaborados jardines Romanos, o en el grotesco jardín de las delicias de El Bosco. El jardín a lo largo de la historia simboliza placer, deleite, inocencia y también pecado, no olvidemos que nuestro sufrimiento según la tradición Judeocristiana arranca con el destierro de Adán y Eva del Jardín del Edén. En este contexto de jardines y delicias se alza El Cantar de los Cantares, uno de los libros del Antiguo Testamento, único por su tono de romance poético y bucólico, describe los amores de Salomón y la Sulamita (Citada en Cnt6:13) en medio de imágenes exóticas de paisajes florecidos (Frondoso es nuestro lecho; las vigas de nuestra casa, cedro; nuestro artesonado, ciprés. Cnt 1:17) que rodean el libro haciéndolo único dentro de la tradición judeocristiana. Hay quienes ven un canto alegórico entre Dios/Jesús y su Pueblo/Iglesia (el esposo y la esposa) o simplemente un canto al amor verdadero. Para nosotros el interés radica en las alegorías florales. Así, en lectura de los 8 capítulos del libro la flor que persiste con mayor belleza e insistencia es el Lirio, con rasgos que se acomodan tanto al esposo como a la esposa.
El esposo: Tus dos pechos son como dos venaditos, mellizos de gacela, que se apacientan entre lirios (Cnt 4:5).
Tu vientre es como un Montón de trigo rodeado de lirios (Cnt 7:2b).
La esposa: Sus mejillas son como Almácigos de especias Aromáticas, que exhalan perfumes. Sus labios son como lirios que despiden penetrante aroma (Cnt 5:13).
El lirio, planta vivaz de cinco a seis decímetros de altura, de flores terminales grandes, de seis pétalos azules o morados y a veces blancos, fueron la excusa perfecta para los cantos de amor entre Salomón y la Sulamita.
Referencia a los Lirios y otras flores en El cantar de los Cantares.
1:14 Mi amado se parece a un racimo de flores de alheña de las viñas de En-guedi.
2:1 Yo soy la rosa de Sarón,el lirio de los valles.
2:2 Como un lirio entre los cardos es mi amada entre las Jóvenes.
2:16¡Mi amado es Mío, y yo soy suya! El apacienta entre los lirios
4:5 Tus dos pechos son como dos venaditos, mellizos de gacela, que se apacientan entre lirios.
4:13 Tus plantas son un huerto de granados con exquisito fruto. Hay alheñas y nardos;
5:13 Sus mejillas son como Almácigos de especias Aromáticas, que exhalan perfumes. Sus labios son como lirios que despiden penetrante aroma.
6:2 Mi amado Descendió a su huerto, al Almácigo de las especias, para apacentar en los jardines y para recoger los lirios.
6:3 ¡Yo soy de mi amado, y mi amado es Mío! El apacienta entre los lirios.
6:11 Al huerto de los nogales Descendí, para ver los retoños del valle, para ver si las vides ya han florecido; si han brotado los granados.
7:2 Tu ombligo es como una copa redonda a la que no le falta el vino aromático. Tu vientre es como un Montón de trigo rodeado de lirios.
7:12 madruguemos para ir a las viñas. Veamos si han florecido las vides, si se han abierto sus botones, o si han brotado los granados. ¡Allí te daré mi amor!
7:13 Las Mandrágoras ya despiden su fragancia, y a nuestras puertas hay toda clase de frutas selectas: tanto frescas como secas que he guardado para ti, oh amado Mío.
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